Los animales suelen ocultar el dolor, lo que puede dificultar detectar señales de malestar. Nuestro equipo está capacitado para notar incluso los cambios más sutiles, ya sea en la forma en que su mascota camina, come, juega o se relaciona con usted. Al identificar estas señales a tiempo, podemos aliviar su incomodidad y mejorar su calidad de vida.
Algunas mascotas desarrollan dolor de forma repentina por una lesión, enfermedad o cirugía. En otros casos, el dolor crónico se presenta por condiciones como la artritis o el cáncer. Sea cual sea la causa, abordamos cada situación con empatía y experiencia, adaptando el plan de manejo del dolor a las necesidades específicas de su mascota, para que su mascota se sienta bien, tranquila y cuidada en todo momento.